"Para ti, que llegaste de repente y cambiaste el argumento de esta historia y el de mi vida."

sábado

Hace noches tuve un sueño maravilloso. No recuerdo que ocurría, pero si me acuerdo de algo: tú estabas en él. Estabas guapísimo. Sentado la arena de una playa, descalzo, con los ojos cerrados mientras el sol te iluminaba la cara. Sonreías. De pronto, algo te llamaba la atención. Te levantabas y, poco a poco, me fui dando cuenta de que te acercabas hacia mí. Me empezaba a poner nerviosa, intentaba irme, pero tú me retenías. “No te vayas” me dijiste. “Nunca lo he hecho” respondí. Y otra vez: tú, tu sonrisa, tu pelo, tus ojos; simplemente tú. Fue extraño, porque cerré los ojos y me dormí a tu lado, recostada sobre tu pecho, abrazándote, esperando que cuando despertase, todo hubiera sido real. Pero no, desperté, y tú no estabas, sólo encontré un espacio vacío, no había nadie, nunca lo ha habido. No puedo acostumbrarme a estar sin ti. Nunca podré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario