Dicen que los amores de verano son pasajeros, pero a veces lo que empieza como una aventura puede llevar a algo más serio. Un simple viaje a la playa puede ser todo lo que hace falta para despejar la cabeza, abrir el corazón y escribir un nuevo final para una vieja historia. Aquellos que se queman con el calor sólo quieren olvidar y volver a empezar. Mientras que otros quieren que cada instante dure eternamente. Pero estamos de acuerdo en una cosa: el bronceado desaparece, los fuegos artificiales se apagan y todos acabamos hartos de la arena en los zapatos, pero el final del verano es el inicio de una nueva temporada, así que nos sorprendemos a nosotros mismos mirando al futuro.
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