Cuando se hizo de noche, y empezó la fiesta, las risas, la bebida, la música, casi me había olvidado de todo. Había olvidado el dolor, las lágrimas, las palabras feas, las negaciones. Sólo me importaba el momento, disfrutar, olvidarme de él. Y supongo que hubo alguien que tuvo mucho que ver. Cuando se acercó a mi y me agarró la mano no pude evitar sentir miedo. Miedo de volver a sufrir, miedo de que me hiciesen daño otra vez, miedo al rechazo, miedo a las lágrimas, miedo a sentir que nunca nadie me iba a querer.
- Qué guapa estás.
He de decir que siento especial predilección por lo que escribes. Cada entrada tiene el don de abrirme los ojos.
ResponderEliminarHe seguido tu ejemplo, escribir todo lo que me pasa en un intento de no explotar.
Escribe más a menudo, consigues sacarme una sonrisa :)
http://pensamientosenuntarro.blogspot.com/
Muchas gracias :) Escribir para mí es mi vía de escape personal, me sienta bien, así que espero que a ti también :)
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