Puede que no seas el primero, el último o el único. Pero si ya ha amado antes, puede que vuelva a hacerlo. Y si te quiere, ¿qué más importa? No es perfecta – tú tampoco lo eres- y puede que nunca seais perfectos el uno para el otro, pero si ella es capaz de hacerte reír, piénsatelo dos veces, y admite ser humano y cometer errores, abrázala y dale lo mejor de ti. Puede que no piense en ti cada segundo del día, pero te dará una parte de ella que sabe que puedes romper: su corazón. No la hieras, no intentes cambiarla, no la analices y no esperes más de lo que puede darte. Sonríe cuando te haga feliz, hazle saber que te vuelve loco, y échala de menos cuando ya no esté.
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