La primera vez que fui sola al cine sentía vergüenza. Veía a las parejas comprar su entrada, a los grupos de amigos riendo y comiendo palomitas; parecía que todo el mundo me miraba. La verdad es que ya lo he superado, siempre he sido una persona solitaria. Pero cuando apagan las luces y hay una escena que me emociona y lloro o una en la que me parto de risa, tengo la manía de mirar a mi lado, y una vez tras otra, siempre me encuentro el mismo paisaje desolador: un asiento vacío. Lo cierto es que si no compartes esos momentos , parece que no los hayas vivido.
uau *___*
ResponderEliminarMe ha encantado.
Desde ahora tienes una follower más.
Un beso
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¡Muchas gracias! Y aunque lo leo un año después, tu también tienes una follower más :)
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