Es difícil expresar cómo me siento. Pero más que difícil, es
doloroso. Por que duele, y mucho. Está escondido en algún lugar, bien al fondo,
donde apenas puedo verlo. Pero sí lo noto. Noto como araña, como corta, como
quiere salir. Lo noto cada vez que cierro los ojos. Cada vez que quiero dejar
de pensar. Y duele, duele muchísimo. Y no te puedes imaginar lo difícil que es.
Lo difícil que es intentar olvidar todo ese dolor, no sabes cuanto me duele
cada vez que intento borrarlo de mi cabeza y, sobre todo, borrarlo de mi
corazón. Y no me lo pones fácil. Nada
fácil. No puedo olvidar el dolor que me produce sentir todo esto cuando lo
único que haces es aparecer una y otra vez para recordarme que ese sentimiento
sigue ahí. Y duele. Duele mucho.