"Para ti, que llegaste de repente y cambiaste el argumento de esta historia y el de mi vida."

miércoles

Adiós. La palabra con más dolor, más pena, más sufrimiento que nunca nadie te puede decir. Adiós. Yo no quiero decir adiós a nadie, por que decirlo supondría que esas personas desaparecerían de mi vida, y yo no quiero que eso pase. Quiero decir adiós al pasado, decir adiós a lo malo, a lo que nunca fue. Y con este adiós, me quería despedir también de la ciudad en la que vivo. No me duele decirle adiós, es una decisión que tenía que haber tomado hace dos años, pero supongo que fui demasiado cobarde. Pero ahora me he dado cuenta, tengo que hacerlo. Tengo que decirle adiós a Vigo, la ciudad en la que llevo viviendo diez años, no la ciudad que me vio nacer, que fue Coruña, y que siempre la llevaré en el corazón como una de mis ciudades favoritas. Pero Vigo no. Vigo ha sido mi infierno personal desde los nueve años. En Vigo me han maltratado durante meses, impidiéndome así acostumbrarme a mi primer año lejos de mi vida, Vigo me ha traido todas las despedidas más dolorosas de mi vida, Vigo me ha traído los peores momentos vividos con mi padre, Vigo me ha traído el primer amor, pero también el más doloroso. Son recuerdos, ya pasados, pero que guardaré bajo llave dentro de mí. Porque ha llegado el momento de decirle adiós a una ciudad que durante diez años, lo único que ha hecho ha sido traerme dolor. Y por eso, pase lo que pase, de ahora en adelante, espero que decir adiós, suponga el comienzo de algo nuevo y feliz para mí. Adiós Vigo.

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