"Para ti, que llegaste de repente y cambiaste el argumento de esta historia y el de mi vida."
martes
Era guapo, guapísimo. Tenía el pelo de un rubio oscuro que el sol teñía de dorado, sus ojos eran grandes y azules, y su sonrisa... Pasamos un rato charlando, y ese rato se convirtió en días, y esos días en semanas. Y al cabo de dos semanas, nos despedimos, y nunca pude decirle, nunca fui capaz de mirarle a aquellos ojos azules y decirle que me moría de ganas de besarle, de abrazarle, me moría de ganas de perderme en aquellos ojos azules y no volver nunca más, decirle que le quería más que a nadie en este mundo, que iba a estar allí siempre, que nunca me iba a olvidar de él, que se había colado en mi corazón como nunca lo había hecho nadie, quería decirle que cada vez que él sonreía y sus ojos azules brillaban notaba unas mariposillas revoloteando en mi estómago, decirle que cada vez que me abrazaba deseaba no separarme de él nunca, y quedarnos los dos juntos para siempre. Fueron tantas las cosas que nunca le dije a aquellos ojos azules que he olvidado que nunca estaremos juntos.
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Tanta razón... cuántas veces habré pensado en todo lo que perdí por no ser capaz de mirarle a los ojos y decir "TE QUIERO!". Incluso ahora, tengo miedo de hacerlo y chocarme contra ese daño, caer, hacerme daño... Y por culpa de ese miedo, no soy capaz de moverme ni hacer nada...
ResponderEliminarEn fin, como siempre, una entrada fantastica ;)
Quizás se te presente la oportunidad. Quizás esos ojos azules vuelvan, tus horas vuelvan a convertirse en días, esos días en semanas, esas semanas...Quién sabe, quizás vuelvas a perderte en esos ojos azules y puedas contarles todo lo que sientes (:
ResponderEliminarUn beso de esquimal(L
QUe va, pero gracias aún así :)
ResponderEliminarEl mejor San juan de toda mi vida
ResponderEliminareh dios, este texto es genial......bf
(L) De veras.
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