"Para ti, que llegaste de repente y cambiaste el argumento de esta historia y el de mi vida."

domingo

Ayer estaba perdida en mi propia autodestrucción, con mucha droga y alcohol, que entraba por mi garganta sin cesar hasta que me perdía en la confusión de la misma noche y pregutándome en las mañanas al salir el sol: "¿Era yo aquella noche anterior?", al fin y al cabo daba lo mismo porque ni a mí ni a mi consciencia le importaba .
De vez en cuando sufro de ese exceso relativo, la verdad es rico sentirlo y vivirlo, en algún momento de la noche... Mandar todo a la mierda, todo con bebidas y poquito de droga para calmar las penas, los pesares y las angustias. Con la diferencia que ahora lo hago por placer, como cualquier otra cosa que se me de la gana; antes lo hacía contra mi misma y sin consecuencias. Porque alguien llego, alguien inesperado (como todos sus actos), para quedarse y protegerme, era como un príncipe azul, pero más despreocupado y más desinhibido .

Con el aprendí a amar y el aprendió a amar conmigo; eso ya no no lo cambio, él es mi heroína y adrenalina, mi alcohol y mi nicotina, cada vez que me besa me vuelve más adicta, no necesito rehabilitación, porque el me puede rehabilitar, dándome más y más adicciones... hasta ya no poder más.

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